En una sala de ensayos, bajo la fría luz fluorescente, una pareja se resquebraja. Él ataca primero con un discurso torrencial, preciso y quirúrgico de casi una hora: “El amor es un cadáver y tú llevas su piel”, dice Israel Elejalde. Ella escucha paciente hasta que llega el momento de ejercer su derecho a réplica: “Has vuelto pestilente el aire”, responde Bárbara Lennie, tierna, meditada, pasional. La clausura del amor es la devastadora crónica de una separación a través de dos soliloquios enfrentados, dos diatribas cargadas de resentimientos que, palabra a palabra, atraviesan como lanzas los cuerpos de los intérpretes y ponen punto y final a una relación de pareja que durante años ha construido y destruido por igual a cada uno de sus miembros. “Pronto no quedará nada. Nuestros cuerpos se van a separar. Es el final”.
Escrita y dirigida por el dramaturgo y director de escena francés Pascal Rambert, La clausura del amor es una sinfonía del desamor, un ajuste de cuentas del corazón, una cuchillada en las entrañas que destroza aquello que una vez prometió ser eterno. En la obra, el público descubre una percepción tan hermosa como violenta del amor, una disertación sobre nuestra condición humana y los recovecos del sexo, la ternura y los recuerdos.
Rambert estrenó La clausura del amor, su pieza más representada hasta la fecha, en el marco del Festival de Aviñón de 2011. En el texto que firmaba y dirigía, sometía a una pareja en crisis y con hijos a una ruptura sentimental, una conversación durísima en la que los protagonistas se intercambiaban monólogos que expresaban la violencia de un amor en proceso de defunción. Miedo y liberación se mezclan en la desgarradora charla de la pareja, un combate brutal, catártico y sin piedad entre un hombre y una mujer que mantiene la intensidad hasta sus últimas frases. Desde entonces, el propio Rambert ha dirigido representaciones del espectáculo en varios países. En esta ocasión, lo hace en español en un montaje protagonizado por Bárbara Lennie e Israel Elejalde, una pareja en su mejor momento profesional que destroza el amor a dentelladas.